Queridos hermanos y hermanas:
El
profeta Isaías exhorta a entonar un Cántico nuevo acorde con la
libertad perfecta y definitiva prometida por el Señor, en vez de
volver la mirada a la opresión, la angustia o el caos del pasado.
Por eso, junto con la invitación, se ensalza el poder de Dios para
transformar la historia y la creación, para llevarlas por caminos
insospechados hacia la luz.
El
creyente debe saber discernir cada día los signos de la acción
divina, aún cuando parece estar oculta, para alimentar la esperanza
y la confianza en el Señor, el cual tiene la última palabra para
juzgar a todas las gentes con justicia y hacer reinar entre ellos la
libertad y la salvación definitiva.
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